Jacqueline Cochran, nacida en 1908 en Estados Unidos, marcó importantes hitos en la historia de la aviación. Primero, por su condición de mujer, que la obligó a abrir nuevos caminos hasta entonces vedados a la condición femenina; después, por destacar como piloto, consiguiendo numerosos reconocimientos internacionales.
Jacqueline Cochran, la mujer que rompió la barrera del sonido
«Flexiona tus músculos mentales y haz que tu propio poder se ponga en marcha. Obtén satisfacción de un buen intento y luego de otro y otro e incluso de otro, aunque los primeros intentos fallen» (J.Cochran).
Vida
Jacqueline Cochran nació en el año 1908 al noroeste de Florida. Su nombre era Bessie Lee Pittman, era la más joven de los cinco hijos de Mary (Grant) e Ira Pittman, un carpintero que se mudaba de pueblo en pueblo estableciendo y modificando molinos.
Bessie Pittman contrajo matrimonio con Robert Cochran, un joven mecánico de aviación de la base naval cercana en Pensacola, en Blakeley, Georgia.
Tras su divorcio, Cochran consiguió un empleo en Pensacola como peluquera, hasta que decidió mudarse a la ciudad de Nueva York. Allí, usó su apariencia y personalidad ambiciosa para obtener un empleo en un prestigioso salón de belleza en Saks Fifth Avenue. En esa época, se cambió el nombre de Mrs Bessie Cochran por el de Miss Jackie Cochran.
Poco después de conseguir el empleo en Saks, Cochran conoció a Floyd Bostwick Odlum, fundador de Atlas Corp. y CEO de RKO Pictures en Hollywood. Catorce años mayor que ella, se decía que era uno de los diez hombres más ricos del mundo; Odlum se enamoró de Cochran y le ofreció ayudarla a establecer un negocio de cosméticos. Se casó con él en 1936.
Después de que un amigo le ofreció un paseo en una aeronave, Cochran comenzó a tomar lecciones de vuelo en el Campo de Vuelo Roosevelt, en Long Island, a principios de la década de 1930. Aprendió a gobernar un avión en solo tres semanas. Luego, siguió aprendiendo por sí misma, y en dos años obtuvo su licencia de piloto comercial. Cochran fue la primera mujer que hizo volar un avión bombardero a través del Atlántico y ganó cinco trofeos Harmon por ser la piloto mujer más destacada del mundo. A veces llamada «la reina de la velocidad», al momento de su muerte, en 1980 a la edad de 74 años, ningún piloto había superado sus récords de mayor velocidad, distancia o altitud en la historia de la aviación.
Durante el curso de su larga carrera en la aviación utilizó con regularidad el aeropuerto Thermal, que fue renombrado como Desert Resorts Regional y más tarde como Aeropuerto Regional Jacqueline Cochran en su honor.
Contribuciones a la aviación
Trabajó en conjunto con Amelia Earhart para lograr que permitieran mujeres en la carrera aérea de Macrobertson. Ese año, estableció también un nuevo récord nacional de velocidad femenino. Para 1938, era considerada la mejor piloto mujer de los Estados Unidos; había ganado la Bendix Race y había establecido un nuevo récord de velocidad transcontinental, además de récords de altitud.
Antes de que los Estados Unidos entraran en la Segunda Guerra Mundial, Cochran formó parte de «Wings for Britain» («Alas por Bretaña»), una organización que transportaba aeronaves construidas en los Estados Unidos hacia Gran Bretaña, por lo que fue la primera mujer que pilotó un bombardero a través del Atlántico.
Cochran escribió a Eleanor Roosevelt para proponerle fundar una división aérea femenina en el Ejército estadounidense: opinaba que las pilotos calificadas podrían hacer todos los trabajos de aviación domésticos y no combativos que se necesitaran para enviar más pilotos hombres a combate.
También, en 1940, Cochran escribió una carta al teniente coronel Robert Olds, quien estaba ayudando a organizar el Air Corps Ferrying Command para la Fuerza Aérea en ese momento. En la carta, Cochran sugería que se empleara a mujeres piloto para volar en misiones que no fueran de combate para el nuevo comando.
Para solucionar la escasez de pilotos, el teniente general Henry H. «Hap» Arnold era la persona a la que necesitaba convencer de que las mujeres piloto eran la solución para sus problemas de personal. Arnold, jefe de los Cuerpos Aéreos, continuaba como comandante general de las Fuerzas Aéreas desde su creación en junio de 1941. Sabía que las mujeres estaban trabajando de forma exitosa en la Air Transport Auxiliary (ATA) en Inglaterra. En junio de 1941, Arnold sugirió a Cochran que tomara un grupo de mujeres piloto calificadas para ver cómo les iba a los británicos y, en marzo de 1942, un total de veinticinco mujeres fueron a Gran Bretaña con Cochran para unirse a la ATA.
Mientras Cochran estaba en Inglaterra, en septiembre de 1942, el general Arnold autorizó la formación del Women’s Auxiliary Ferrying Squadron (WAFS) bajo la dirección de Nancy Harkness Love. La WAFS comenzó en la base aérea Castle en Wilmington, Delaware, con un grupo de pilotos mujeres cuyo objetivo era transportar aeronaves militares. Una vez enterada de la existencia de la WAFS, Cochran regresó inmediatamente de Inglaterra. Su experiencia en Gran Bretaña con la ATA la había convencido de que las pilotos mujeres podían entrenarse para hacer mucho más que operaciones de transporte. Después de convencer a Arnold con maña para que ampliara las oportunidades para las pilotos mujeres, el general impulsó la creación del Women’s Flying Training Detachment (WFTD) y puso a Cochran a la cabeza. En agosto de 1943, el WAFS y el WFTD se fusionaron para crear Women Airforce Service Pilots (WASP), con Cochran como directora y Nancy Love como jefa de la división de transporte.
Por sus contribuciones durante la guerra, recibió la Medalla por Servicio Distinguido de la Fuerza Aérea y la Cruz de Vuelo Distinguido.
Después de la guerra, Cochran fue la primera mujer que rompió la barrera del sonido (con Chuck Yeager como copiloto) y la primera mujer que dirigió un jet a través del océano, entre muchos otros récords de la aviación. Comenzó a volar en jets con motor de reacción y estableció numerosos récords; se convirtió en la primera mujer piloto en «ser supersónica», la primera mujer en romper la barrera del sonido.
En 1948, Cochran se unió al Mando de Reserva de la Fuerza Aérea, donde finalmente alcanzó el grado de teniente coronel.
Ambiciosa políticamente, Cochran se postuló como congresista en 1956 para el distrito 29 de California como la candidata del Partido Republicano, pero fracasó y nunca lo intentó de nuevo.
En la década de 1960, Cochran auspició el programa Mercury 13, uno de los primeros intentos para poner a prueba la habilidad de las mujeres para ser astronautas. Trece mujeres piloto pasaron las pruebas preliminares, pero al final se canceló el programa.
Se la considera una de las mujeres más destacadas de la historia de la aviación y una de las aviadoras más importantes; fue una mujer que usó su influencia varias veces para sumar derechos para las mujeres en el campo de la aviación.
Bendecida por la fama y la fortuna, Cochran dedicó grandes cantidades de tiempo y dinero a realizar obras caritativas, especialmente con las personas que provenían de hogares empobrecidos, como ella misma.
Cochran recibió premios y distinciones de varios países de todo el mundo. En 1949, el Gobierno de Francia reconoció su contribución en la guerra y a la aviación y le otorgó la Legión de Honor, y en 1951, la Medalla Aérea Francesa. Es la única mujer que ha obtenido la medalla dorada de la Fédération Aéronautique Internationale. Más tarde, sería elegida miembro del comité de directores de ese cuerpo y directora de Northwest Airlines en los Estados Unidos. En su país, la Fuerza Aérea le otorgó la Cruz de Vuelo Distinguido y la Legión al Mérito.