Laurette Séjourné (1911-2003), etnóloga, antropóloga y arqueóloga, nació en Italia. Emigró a Francia durante la Primera Guerra Mundial y se trasladó a México huyendo del nazismo. Su equipo descubrió la tumba de Pacal en Palenque. Plantea que el pasado precolombino que se veía en las pirámides y en los códices estaba aún vivo y presente en los pueblos indígenas modernos. Sus estudios de la escritura simbólica de los monumentos precolombinos son muy importantes.
Laurette Séjourné: una vida dedicada a llegar al alma precolombina
Biografía
Etnóloga, antropóloga y arqueóloga, nace en Peregia (Italia) el 19 de octubre de 1911, y muere en Ciudad de México (México) el 25 de mayo de 2003 a la edad de noventa y dos años.
Su nombre de soltera era Laura Valentini Lorsa. Marchó a Francia durante la Primera Guerra Mundial, siendo aún una niña pequeña. Pasados los años, se casó con el señor Séjourné, del que tomó su apellido.
En 1937 entabló amistad con el novelista belga Víctor Sergé en París, y junto a él huyó a Marsella, refugiándose en casa de André Bretón. Con este grupo de amigos es con los que se marchó a México.
Llega a México en 1941 huyendo del nazismo, y después de haberse divorciado, adoptó la ciudadanía mexicana, volviendo a casarse, esta vez con el revolucionario exiliado ruso Víctor Sergé.
Después de la muerte de su segundo marido, se afilió al partido comunista mexicano y se vuelve a casar, esta vez con Arnaldo Orfila Reynal, traductor de su obra y fundador de la editorial Siglo XXI y director del Fondo de Cultura Económica.
Trabajo durante cuarenta años para el INAH (Instituto Nacional de Antropologia e Historia). Dentro de este equipo, descubrió en 1949 la tumba de Pacal en Palenque. En 1989 recibió el premio Alfonso Reyes.
Vida y pensamiento
Hasta los últimos años de su vida mantuvo firmes sus ideales políticos y su dedicación a llevar educación a los pueblos indígenas del sur de México, así como sus innumerables investigaciones arqueológicas.
Fue una notabilísima mujer que pensó que el trabajo de sondear el alma precolombina era su tarea personal. Su inteligencia y sensibilidad abrieron en su tiempo un campo poco explorado: el mundo mítico-simbólico en la vida cotidiana de los pueblos mesoamericanos.
Su interpretación de la cultura prehispánica se basa en sus manifestaciones artísticas, influyendo de gran manera en los autores surrealistas que vivieron en México. Sostenía que Teotihuacán era la mítica «Tollan», gobernada por Quetzalcóatl, a quien consideraba la figura creadora por excelencia.
Su tesis central plantea que el pasado precolombino que se veía en las pirámides y en los códices estaba aún vivo y presente en los pueblos indígenas modernos. Estas reminiscencias se podían ver en pueblos como Oaxaca.
Sus estudios de la escritura simbólica de los monumentos precolombinos son muy importantes, destacando algunos signos como el «Oillin», o movimiento, y el «Quinguance», o cruz de Quetzalcóatl, que representa una dimensión geométrica superior a la espacialidad plana europea.
Mujer que, aunque pudo trabajar, publicar y explorar las áreas que le preocupaban, a sus cincuenta y tres años, tuvo sus momentos de duda y angustia:
«He sentido la angustia de la imposibilidad de poder comunicar, alguna vez, lo que yo descubro en este universo precolombino, y me ha dolido la esterilidad de todo mi trabajo».
Obras y escritos
Teotihuacán, capital de los toltecas.
Pensamientos y religión en el México antiguo, 1957.
Palenque, una ciudad maya, 1952.
Un palacio en la cuidad de los dioses, Teotihuacán, 1959.
Cosmogonía de Mesoamérica.
Supervivencias de un mundo mágico de cuatro pueblos mexicanos, 1953.
El universo de Quetzalcóatl, 1962.
Bibliografía
En busca de Laurette Séjourné, de Susana Wald. www.cicloliterario.com
pueblos originarios.com
es.wikipedia.org