Teresa Perales, un ejemplo de voluntad.

Nació en Zaragoza en 1975. A los diecinueve años, una neuropatía le produjo la inmovilidad en las piernas.

Comenzó a competir, consiguiendo un importante palmarés:

En citas olímpicas —Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012 y Río de Janeiro 2016—, veintiséis medallas: 7 oros, 9 platas y 10 bronces. En los campeonatos mundiales de 1998, 2002 y 2006, además de batir seis récords del mundo (en clase S5), once medallas: 6 platas y 5 bronces.

En los campeonatos mundiales de 1998, 2002, 2006 y 2015, además de batir cinco récords del mundo (en clase S5), diecisiete medallas: 2 oros, 8 platas y 7 bronces.

En los campeonatos de natación paralímpica de carácter europeo de 1999, 2001, 2003, 2011, 2014 y 2016, treinta y siete medallas: 10 oro, 19 platas y 8 bronces.

Además, ha batido seis récords de España, lo que hace que sea un ejemplo de superación.

Ha sido condecorada por los reyes de España con la Real Orden del Mérito Deportivo, otorgándosele la Medalla de Oro. En 2012, el Gobierno de España le concedió la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo, máximo reconocimiento oficial para un deportista español.

Junto a su marido, ha escrito dos libros: Mi vida sobre ruedas y La fuerza de un sueño.

En la actualidad, Teresa Perales combina su vida familiar con su vida laboral y deportiva, conduce su coche, lleva y recoge a su hijo del colegio y saca tiempo para dar conferencias.

---

HISTORIA DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

El atletismo es muy antiguo, ya se practicaba en civilizaciones orientales desde el tercer milenio a. C. La arqueología nos informa de que sumerios y babilonios practicaban deportes por diversión. Pero fue en la antigua Grecia donde el deporte formaba parte esencial de la educación, encaminada a crear ciudadanos responsables en una democracia. Este hecho es único en la historia universal, porque nace en la Grecia antigua y desaparece con su decadencia. Los Juegos Olímpicos eran de carácter sagrado y en su origen se celebraban para honrar a los héroes muertos. En ellos participaban ciudadanos de todas las polis griegas y la finalidad de los juegos era crear la conciencia de pertenecer a una sola raza, hablar una lengua común y creer en los mismos dioses. Por eso Licias escribió en el 338 a. C.: «Hércules fundó los juegos para señalar el comienzo de una amistad entre los pueblos griegos».

Los juegos olímpicos modernos se inspiraron en aquellos juegos de la antigua Grecia. El barón Pierre de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional en1894. Y la primera edición se celebró en Atenas el 6 de abril de 1896. Actualmente es el mayor evento deportivo internacional.

Hoy día también se celebran los Juegos Paralímpicos, competición internacional fundada por Ludwig Guttmann en 1960, para atletas con ciertos tipos de discapacidades físicas. Empezaron como un pequeño acontecimiento británico con los veteranos de la Segunda Guerra Mundial en 1948, hasta llegar a ser uno de los grandes eventos deportivos a comienzos del siglo XXI.

Una gran triunfadora de estas olimpiadas es nuestra protagonista:

TERESA PERALES

Nació en Zaragoza el 29 de diciembre de 1975. Practicó karate en su adolescencia y, a los diecinueve años, cuando estaba en el primer año de universidad, estudiando Ciencias de la Educación, un incidente le cambió la existencia: una neuropatía le produjo la inmovilidad en las piernas. Después de muchos meses de sufrir con los tratamientos, aceptó que había perdido la capacidad de caminar.

Su estilo de vida había dado un gran giro, y el primer verano después de producirse su inmovilidad en las piernas, fue a la piscina y se metió en el agua con un chaleco salvavidas. Al verano siguiente se inscribió en unos cursos de natación en el CAI CDM, el club deportivo de disminuidos físicos de Zaragoza. Allí conoció a Ramiro Duce, el primer entrenador del equipo de competición; un día se acercó a ella al borde de la piscina, y le dijo: «¿Quieres entrar en el equipo?».

TRAYECTORIA DEPORTIVA

Así empezó su carrera como deportista. Al verano siguiente consiguió sus primeras medallas en unos campeonatos de España. Volvió a ganar en 1998, en su primera cita internacional, en Nueva Zelanda. En 2000 participó por primera vez en unos Juegos Paralímpicos, en Sidney, donde obtuvo cuatro medallas de bronce y una de plata.

Poco después empezaría a entrenar con Ángel Santamaría, del cual ella dice: «Él ha sacado de mí lo que soy ahora».

De Teresa se han publicado muchas entrevistas en diferentes medios de comunicación y, a través de sus respuestas, podemos conocer la gran personalidad de esta mujer:

«Yo no creo en el destino como tal, en el hecho de que estemos destinados a algo concreto, pero sí creo que algunas cosas pasan por algo, y que si las agarramos, si ‘picamos el anzuelo’, al final seguimos ese camino. También dicen que cuando haces un deporte bien, puede que también seas bueno en otro deporte. Alguien dijo, por ejemplo, que si a Rafa Nadal le echásemos a una piscina o le pusiésemos a correr, seguramente también sería muy bueno en eso.

Sí, en el carácter de la persona, en la personalidad, está el secreto, más que en el cuerpo físico. En mi caso tiene más importancia la mentalidad que el cuerpo, porque yo no tengo la mejor técnica. Por más que intento hacerlo perfecto, cuando veo nadar a mis rivales –y las he estudiado–, me doy cuenta de que tienen mucha mejor técnica que yo».

Y así, gracias al esfuerzo y a su evolución, Teresa ha conquistado el siguiente palmarés:

En citas olímpicas —Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016—, veintiséis medallas: 7 oros, 9 platas y 10 bronces.

En los campeonatos mundiales de 1998, 2002, 2006 y 2015, además de batir cinco récords del mundo (en clase S5), diecisiete medallas: 2 oros, 8 platas y 7 bronces.

En los campeonatos de natación paralímpica de carácter europeo de 1999, 2001, 2003, 2011, 2014 y 2016, treinta y siete medallas: 10 oro, 19 platas y 8 bronces.

Además, ha batido seis récords de España, lo que hace que sea un ejemplo de superación.

 

RECONOCIMIENTOS

El 4 de octubre de 2004, fue homenajeada por las Cortes de Aragón, las cuales le obsequiaron con un brote del olivo cinco veces centenario que se encuentra en los jardines que circundan el Palacio de la Aljafería.

El 4 de octubre de 2008, el pleno del Ayuntamiento de su ciudad le concedió el título de Hija Predilecta de Zaragoza. Al día siguiente, y coincidiendo con el 200 aniversario de los Sitios de Zaragoza, Teresa y otras aragonesas recibieron la medalla de Homenaje a las Heroínas de manos del alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch.

El 23 de abril de 2009, fue condecorada por los reyes de España con la Real Orden del Mérito Deportivo y le fue entregada la Medalla de Oro.

El 22 de septiembre de 2012, Teresa, junto a los otros dos deportistas aragoneses paralímpicos que compitieron en Londres, Jorge Cardona y Javier Hernández, hicieron el saque de honor en La Romareda antes de que empezara el choque que enfrentó al equipo aragonés contra el Club Atlético Osasuna.

El 6 de octubre de 2012, fue la encargada de dar el pregón de las fiestas del Pilar. Ocho días después, el 14 de octubre, fue distinguida como Zaragozana Ejemplar por el Ayuntamiento de su ciudad natal.

El 2 de noviembre de 2012, el Gobierno de España le concedió la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo. Este es el máximo reconocimiento oficial para un deportista español. Teresa se convirtió en la primera deportista paralímpica en recibir dicho galardón. El 2 de abril de 2014, la recibió de manos del rey Juan Carlos I en el Palacio de La Zarzuela junto a su marido e hijo.

En diciembre de ese año, recibió el premio especial del diario As. Además, ese mismo mes, recibió de manos de la princesa de Asturias, Letizia Ortiz, el premio «Mujer Hoy», que entrega la revista del mismo nombre.

En febrero de 2013, recibió en la Gala del Deporte de Zaragoza, el Diploma al Mérito Deportivo. También, en ese mes, fue premiada en la LXV gala del diario Mundo Deportivo con el trofeo a la Gesta Humano-Deportiva.

El 14 de mayo de 2013, Teresa fue laureada como la mejor deportista aragonesa en la XVI edición de la Gala del Deporte de Aragón. En ese mismo mes, recibió el Premio Juan Palau como mejor deportista del año 2012.

Al mes siguiente, el 5 de junio, fue galardonada en la XX edición de los premios Aragoneses del Año en la categoría de Aragonés del Año. El día 19 de ese mes, Teresa estuvo a un solo voto (nueve a ocho) de ser condecorada con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, premio que ganó el jugador de golf español José María Olazábal.

La cadena Discovery Max celebró el 19 de febrero de 2015 la primera edición de sus galardones «Born to Be Discovery», y Teresa Perales fue la ganadora, por votación popular, en la categoría Breaking the limits.

 

SU PERFIL HUMANO

Junto a su marido, el periodista aragonés Mariano Menor, Teresa ha escrito dos libros: Mi vida sobre ruedas y La fuerza de un sueño. En ellos habla de un método para ser feliz, al cual llama «espiralismo», y a las preguntas de los periodistas responde:

«Me lo han preguntado muchas veces, y cada vez lo cuento de una manera diferente. La felicidad no la podemos medir. Si te pregunto qué es para ti ser feliz, y después preguntamos a otras personas que están aquí, seguramente cada uno nos dará una respuesta diferente. Algunos dirán “yo quiero tener dinero”, para otros será estar rodeados de su familia, a otros les hará felices un gesto o una sonrisa…, porque para cada uno es distinto. Pero yo creo que lo importante es que tú seas el centro de tu espiral y que pongas a tu alrededor, en tu entorno, lo que necesitas para ser feliz y te aferres a ello. Que cojas lo que necesitas y lo que no te sirve lo destierres, porque a veces nos empeñamos en mantener cosas que no nos hacen felices. Se puede comparar la teoría del espiralismo con la de la zona de confort, que no es real, porque se trata de una zona de un incómodo confort, o de una comodidad incómoda; es como aquello de “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, que es totalmente falso».

Pregunta: Pero quizás la gente que se aferra a esas zonas de confort es porque se siente segura, ¿no?

«No. Es por miedo a lo que hay fuera, por miedo a lo desconocido. Se dicen a sí mismos: “esto no me gusta, pero al menos sé lo que hay, y como estoy viviendo con ello, eso significa que lo puedo aguantar, al menos hasta que no llegue la gota que colma el vaso”. Pero no es así, y mi planteamiento es que te atrevas a descubrir cosas, y a generar tu propia espiral de felicidad, porque lo tienes que hacer tú. No puedes esperar a que nadie te diga lo que tienes que hacer, porque si partimos de la base de que para cada uno la felicidad es algo distinto, lo que le hace feliz a otra persona a ti puede dejarte indiferente. Si tú eres feliz, serás capaz de hacer felices a los demás; si no, es imposible».

Pregunta: Ha obtenido su recompensa deportiva en forma de medallas y muchas muestras de reconocimiento social. ¿Son equiparables?

«Unas vienen con las otras. Si no consigues las medallas, no te dan ningún reconocimiento, y lo más bonito de las medallas es que luego vienen estos reconocimientos, el cariño de la gente… Son cosas distintas. Las medallas las gano yo y solo depende de mí, pero los reconocimientos se le tienen que ocurrir a alguien, que convenza a los demás, a veces someterlo a votación… Es muy bonito, pero no es en lo que piensas cuando estás compitiendo. Cuando estoy en la piscina, solo pienso en ganar. He luchado, he peleado, he entrenado un montón, he salido vomitando muchos días de los entrenamientos, me he sacrificado, he tenido que dejar de ver a mi hijo para irme de concentraciones… y solo quiero las medallas».

Con mucha naturalidad cuenta cómo conoció a su marido:

«Conocí a Mariano por la televisión; me llamaba para hacer entrevistas y participar en algún programa deportivo en Zaravisión. A la vuelta de Sidney me llamó para ir a plató y a los 2 o 3 días me vuelve a llamar: “Por cierto, ¿tú has celebrado tus medallas?” Y salimos por salir.

Yo nunca me había planteado nada, había desechado esa idea. Creía que el amor no era para todo el mundo. Sí que había visto a compañeros con novia, hombres saliendo con mujeres sin discapacidad. No conocía ningún caso de una chica con discapacidad que tuviera un novio sin discapacidad.

Salimos y surgió. Y me he dado cuenta con el tiempo de que él dio el primer paso, pero la oportunidad la di yo. Simplemente al no darle ninguna importancia a la silla. Después he visto a compañeras con grandísimas discapacidades y da igual. Si tú te ofreces sin pensar en la discapacidad, ellos dejan de pensar también en eso».

Y con la ilusión del día de su boda, Teresa nos deja otro ejemplo de voluntad:

«Había mirado varios vestidos en las revistas. Decidí cuál iba a ser el mío; tenía un poco de cola. En ese momento me di cuenta de que iba en silla de ruedas. Así que pensé que tendría que ir de pie». Sin confiárselo más que a un par de personas cercanas, pero no a su futuro esposo ni al resto de invitados, comenzó a practicar con ayuda de los bitutores, dos armazones que sujetan las piernas, con una pieza muelle entre medias; cada vez que se apoya una extremidad, dispara la otra hacia delante. «No es cómodo, y te haces daño», dice Perales. Acudió a la basílica del Pilar en silla de ruedas. Entró por un lateral. Y de pronto, ante la mirada expectante de los presentes, se puso en pie y agarró el brazo de su hermano David. «Se oyó un “¡oh!” Y viendo cómo todos lloraban, caminé hasta el altar».

 

En la actualidad, Teresa Perales combina su vida familiar con su vida laboral y deportiva, conduce su coche, lleva y recoge a su hijo del colegio, desplegando y plegando con gran habilidad y rapidez su silla de ruedas. Y además, saca tiempo para dar conferencias.

Después de conocer a través de estas líneas la actuación, el ejemplo de esta extraordinaria mujer, no nos extraña la frase que luce en su tarjeta de visita, que es un fiel reflejo de su actitud: «Querer es poder».

BIBLIOGRAFÍA

www.teresaperales.es

EL DIARIO.ES- 15/07/2013

EL PAIS, Zaragoza, 28/09/2012

wikipedia.org/wiki/Teresa_Perales

Entrevista a Teresa Perales por Gema Eizaguirre