Doctora en Ciencias Químicas por la Facultad de Química de la Universidad de Valencia y por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Doctora Honoris Causa por la Universidad Anáhuac de México.
Científica especializada en la creación de diversos productos de alta tecnología en corrosión metálica, productos ignífugos, de tráfico y en la incorporación de nanopartículas microencapsuladas en pinturas. Especialista internacional en el control de vectores que transmiten enfermedades endémicas como el mal de Chagas, el dengue o la malaria.
Ha establecido una fábrica en Accra (Ghana), que fabricará y distribuirá todos los productos Inesfly para el continente africano. La empresa se llama Inesfly África y su construcción ha supuesto una gran inversión. Con el tiempo va a crear cientos de puestos de trabajo. Además, servirá para activar proyectos sociales a través de la Fundación Pilar Mateo: Ciencia y Conocimiento en Acción.
Como ella misma recuerda: «Un día inventé un nuevo mecanismo en el mundo de los biopolímeros. Se trata de una técnica de microencapsulación que está constituida por una matriz polimérica. Esta ejerce funciones de sistema de transporte del principio activo de protección del mismo, frente a las interacciones externas y de transporte de la partícula hasta el lugar de acción local y regulación del perfil de liberación. Todo ello con una técnica de liberación lenta a través de pinturas y polímeros en general.
Un día leí en un periódico la presencia de insectos en las paredes de un hospital. Pensé que podría tener una solución para ese problema, introduciendo en las microcápsulas poliméricas biocidas en bajas dosis y usando el cuerpo de una pintura como una envoltura. La idea era que esta debería ir atravesando lentamente dichas microcápsulas y hacerlo con una liberación lenta y controlada.
En 1997 llegué al Chaco boliviano, la región donde habita la nación guaraní. Me encontré con que no tenían ni paredes, y si había alguna pared, estaba escrita la palabra HAMBRE. Tenía que empezar a construir casas y a eliminar el terrible chinche de la zona.
Empecé a vivir con las vinchucas, a ver cómo bajaban por las noches a chupar la sangre, y supe que tenía que formular un producto capaz de combatir el problema.
Descubrí que el mal de Chagas no es más que una tapadera de una realidad que nadie quiere ver, que es la pobreza. Si algo caracteriza a los “sin voz” es la falta de dignidad. Decía Kant al respecto: “Actúa de forma que trates a las personas siempre como un fin y nunca como un medio”. Todas las personas poseen un valor intrínseco, no relativo. Esa es la dignidad. Su falta esconde que no sean considerados ciudadanos de pleno derecho. Como indígenas tienen un conocimiento basado más en la sensibilidad que en la inteligencia. Pero esa “sapiencia poética” se pierde en una sociedad moderna sin ilusión y sin sueños.
Ante esta situación pensé en la necesidad de buscar una forma para el control de estas plagas. Con microencapsulación polimérica, al permitir una liberación lenta, se conseguía un método seguro para las personas. Una forma capaz de controlar a la mayoría de los artrópodos causantes de las enfermedades endémicas.
Sabemos cómo hacerlo, por lo que nos encontramos con la obligación de pasar a la acción, y eso supone poner todo el conocimiento al servicio de este objetivo.
Todas las disciplinas son necesarias si queremos terminar con este problema. Solo se conseguirá erradicar las enfermedades si hay control vectorial, control clínico, formación en higiene y salud, viviendas dignas y sanas, y por descontado, una gran movilización social».
El gran impacto social de su trabajo se debe a su implicación personal en los proyectos y a beneficiar a miles de personas muy pobres.
Ha recibido numerosos premios, como por ejemplo: Premio Convivencia Fundación Manuel Broseta, UNICEF en Salud y Medio Ambiente. Medalla de Oro Gascó Oliag al Mérito Profesional. Premio Europa en Nuevas Tecnologías. Internacional «Prix de la Innovation» de Túnez. Premio Extraordinario de Defensa concedido por el Ministerio de Defensa de España. Premio «YO DONA» a la trayectoria profesional. Embajadora Honorífica de la Asamblea de la Nación Guaraní. Premio Nacional en Salud y Medio Ambiente de Naciones Unidas. Finalista al premio Príncipe de Asturias en Cooperación Internacional. Premio Bioquímica. Mérito Academia-III Milenio Academia Mundial de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades. Premio Europa en Investigación y Cooperación, Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Valencia en colaboración con la Unión Europea. Premio a la Investigación y Diversificación Industrial, Valencia Innovación, IMPIVA.
La Fundación Pilar Mateo: Ciencia y Conocimiento en Acción
Es una organización sin ánimo de lucro que desde 2010 centra sus esfuerzos y acciones en la lucha contra las enfermedades endémicas en dos direcciones:
La Salud, la Educación, el Empoderamiento de la Mujer, el Desarrollo Socioeconómico y el I+D son el marco principal de actuación.
Añade la doctora Mateo: «Innovar es necesario porque es un proceso creativo que mueve equipos. Estamos realizando cursos de formación profesional para las mujeres indígenas analfabetas. Si les solucionamos el problema de la salud pero no tienen qué comer, entonces nos quedamos cortos.
La investigación ha de basarse en las experiencias personales. Aprendo y de ahí derivo hacia la búsqueda de soluciones. Es una obligación moral que surge de la reflexión de que a mí las cosas me han ido muy bien en la vida y hay otras personas que no han tenido la ocasión de que les fuera igual. Como creo en la dignidad de las personas, me parece justo que, en la medida que pueda, intente ayudar a otros a salir adelante.
Valoro el carácter de respeto hacia la naturaleza que tiene el mundo indígena. Y valoro el calor humano del afecto de personas agradecidas por haber salvado a sus hijos».