Barbara McClintock, nació en 1902 en Estados Unidos. Se doctoró en 1927 y trabajó en el Departamento de Genética de la Universidad Cornell, en Nueva York. Su descubrimiento de los «genes saltarines», responsables de las mutaciones y de la resistencia de los virus a los antibióticos, por ejemplo, le valió el el Premio Nobel en Medicina y Fisiología en 1983, después de toda una vida de trabajo y de incomprensión entre sus colegas.
Barbara McClintock, la descubridora de los «genes saltarines»
Eleanor McClintock nació el 16 de junio de 1902 en Hartford, Connecticut, Estados Unidos. A los cuatro meses, se le cambia el nombre por el de Barbara. Falleció en Huntington, Nueva York, el 3 de septiembre de 1992.
Estudió en la Cornell University, en Ithaca (Nueva York), en la década de 1920, terminando su doctorado en 1927. Trabajó en el Departamento de Genética de esta universidad, dirigido por R. A. Emerson y el citólogo L. W. Sharps.
Barbara fue una genetista norteamericana, que consiguió el Premio Nobel en Medicina y Fisiología en 1983 por su descubrimiento de los «transposomas» o «genes saltadores», genes que pueden cambiar de lugar dentro de los cromosomas. En la conferencia que dio al recibir el Premio Nobel («The Significance of Responses of the Genome to Challenge»), McClintock explicó cómo las células pueden responder a la presión ambiental a la que se ven sometidos los organismos vivos mediante una reestructuración de su genoma; estos mecanismos explicarían la formación de nuevas especies y serían la base de los cambios evolutivos. McClintock realizó sus estudios genéticos fundamentalmente con maíz, realizando numerosas hibridaciones entre diferentes variedades, lo que le permitió asimismo describir la historia evolutiva y origen de esta planta. Mientras realizaba su tesis doctoral trabajó como instructora de Botánica en la misma universidad.
En 1936, McClintock era profesora asistente en el Departamento de Botánica de la Universidad de Missouri y vicepresidenta de la Sociedad Americana de Genética. En 1941 se unió al grupo de genetistas de Cold Spring Harbor, donde hizo su descubrimiento de la transposición genética, las partes móviles de los cromosomas que más tarde se llamarían «transposomas» o «genes saltadores».
Trabajando con plantas de maíz, más complejas, McClintock había identificado estos elementos genéticos veinte años antes que los biólogos moleculares, que estaban trabajando con formas de vida mucho más simples.
Los científicos, que habían sido escépticos con sus descubrimientos, tuvieron ahora que admitir que el dogma central del ADN (es decir, ADN ® ARN ® proteínas) ya no estaba fijado inmutablemente. Además podían ver que su propia investigación confirmaba los hallazgos de ella sobre la existencia de elementos genéticos transponibles. En el último cuarto de su vida, McClintock fue honrada con muchas medallas y títulos honorarios en reconocimiento por la gran importancia de su trabajo. Entre estos títulos se encuentran los de las Universidades de Harvard y Rockefeller, la beca indefinida MacArthur Laureate Award, el Lasker Award de Investigación Médica Básica y el Wolf Foundation Awar.
Los trabajos de la investigadora norteamericana han permitido mostrar la existencia de todo un mundo de fenómenos genéticos hasta ahora desconocidos.
Se estima en los medios científicos que estas investigaciones abren insospechadas posibilidades en el campo de la biología y la medicina. En el curso de los años sesenta se comprobó la presencia de estructuras genéticas móviles en las bacterias, a las que se puede transferir la resistencia a los antibióticos.
El conocimiento de este fenómeno tiene una gran importancia para el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Así, en el parásito que produce la denominada enfermedad del sueño se encuentran estructuras genéticas móviles que hacen que el tripanosoma pueda eludir el mecanismo inmunizante del organismo huésped, lo que hace más difícil el tratamiento de la enfermedad.
Cambio de color en el maíz
Las primeras observaciones que condujeron a los descubrimientos de McClintock fueron efectuadas por esta en el maíz, donde comprobó que ciertas formas de inestabilidad en sus células daban como resultado que los granos presentaran trazos de colores diferentes en lugar de una pigmentación homogénea.
Al mismo tiempo, las células presentaban otras modificaciones en sus cromosomas. McClintock descubrió que esas anomalías en los granos de maíz se debían a que ciertas estructuras eran desplazadas en un mismo cromosoma.
Se ha comprobado también que la transferencia total o parcial de los caracteres hereditarios juega un papel en la producción de células tumorales, y que los genes que comandan las propiedades de las células, los denominados oncogenes, han sufrido, en diferentes tipos de tumores, transferencias en el seno de la masa hereditaria.
Los trabajos de McClintock han sido comparados, por su semejanza e importancia, con las aportaciones del austriaco Mendel al conocimiento de las leyes de la herencia.
A los 81 años, Bárbara McClintock ganó el premio científico más importante del mundo. Ella recibió ese premio por haber descubierto que los genes se pueden mover dentro de un cromosoma e incluso de un cromosoma a otro.
Cuando la científica comenzó sus investigaciones, sus colegas no poseían los conocimientos ni el equipo para observar la composición química de los genes. Para determinar cómo funcionan los genes en las plantas, McClintock decidió examinar las variaciones de su aspecto físico. Utilizó las plantas de maíz para estudiar las variaciones del color de los granos.
En sus primeras investigaciones, realizadas en las décadas de 1920 y 1930, McClintock comprobó que los genes determinaban las características de la planta de maíz, como el color. En otros estudios, realizados en 1944-1945, observó una combinación de colores en algunos granos de maíz que no se parecía a nada visto antes. Ella decidió averiguar a qué se debía eso.
Para encontrar una explicación, estudió las combinaciones de colores de los granos en muchas generaciones de plantas. Con un microscopio, estudió ciertos genes en los cromosomas de cada planta. Estos controlaban las variaciones de color de los granos. La científica trató de establecer una relación entre el color de los granos de maíz y la posición de estos genes en sus cromosomas.
Observó que algunos genes se movían. Y cuando se movían, cambiaba la combinación de colores de los granos de maíz. ¿Cómo hacían esto los genes?
Cuando un gen saltarín cambiaba de lugar, caía al lado de los genes que controlaban el color de los granos y afectaba a su funcionamiento. La existencia de estos genes no concordaba con las teorías científicas tradicionales, las cuales sostenían que los genes permanecían siempre en un mismo lugar en los filamentos de los cromosomas, como las cuentas de un collar. Pero McClintock descubrió que, por lo menos algunos, podían cambiar de lugar dentro de los cromosomas. Cuando sucedía esto, se producían mutaciones o cambios en los organismos.
McClintock continúo investigando a pesar de que nadie hizo caso de sus descubrimientos. Su confianza era inquebrantable. Dijo una vez: «Si uno está seguro de que va por el buen camino, si tiene esta convicción, nadie podrá apartarlo de ese camino… no importa lo que digan».
Por último, a fines de la década de los años sesenta, los investigadores empezaron a encontrar genes saltarines en bacterias. Al pasar a nuevas generaciones de bacterias, algunos genes saltarines podían hacer que las bacterias patógenas fueran resistentes a los antibióticos.
Según estudios recientes, los genes móviles también pueden producir cambios en células normales que las convierten en células cancerígenas.
Estas observaciones indujeron a los científicos a reconocer finalmente la importancia del descubrimiento de McClintock. Como dijo James Watson, uno de los científicos que descubrieron la estructura del ADN, «En realidad, la ciencia se ha puesto ahora a la par de Bárbara».
Bibliografía
http://elpais.com/diario/1983/10/11/sociedad/434674801_850215.html
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3368/Barbara%20McClintock
http://cienciaaldia.webnode.es/octavos/tercer-periodo/biologia/lectura-cientificas/los-genes-saltarines/
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f2/Florence_Barbara_Seibert_(1897-1991).jpg
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/49/McClintock_family.jpg
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Peruvian_corn.jpg