Doris Lessing fue una escritora combativa de gran personalidad, que se independizó de su familia a los quince años y se opuso a las convicciones racistas de los países del sur de África después de treinta años viviendo en la sociedad dominante de los blancos, a la que pertenecía por nacimiento. Sus reivindicaciones de libertad fueron tomadas como ejemplo por muchas mujeres.
Doris Lessing, una escritora con personalidad
«El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia».
«¿Qué es un héroe sin amor por la humanidad?».
«Solo se puede aprender a ser mejor escritor escribiendo».
«Reconsideras tu vida conforme la vas viviendo, de la misma forma que si estuvieras escalando una montaña y continuamente vieras los mismos paisajes desde distintos puntos de vista».
«Piensa mal, pero en todos los casos, piensa por ti mismo».
«Es curioso, la mayoría de los contestatarios y disidentes sociales llevan en sus adentros todo lo coercitivo de la mecánica social contra la cual luchan. Sin saberlo, no se liberan de ese terrible lastre. La liberación debe darse antes que nada a un nivel interior, individual».
(Doris Lessing)
Biografía
La escritora británica Doris Lessing, antítesis de lo políticamente correcto, es una mujer que huye de los estereotipos. Su vida no es la de una mujer convencional. Doris May Tayler nace en Kermanshah, cuando todavía era Persia (hoy Irán) en 1919, donde su padre era un oficial del Ejército británico mutilado en la Primera Guerra Mundial y su madre, enfermera. En 1925 se establece con su familia en una granja de Rodesia del Sur, actual Zimbabue, que entonces era una colonia británica. Allí permanece los primeros treinta años de su vida.
Vive una infancia problemática. A los catorce años abandona los estudios, aunque seguiría una formación autodidacta con la lectura de numerosos libros, y un año después se independiza, huyendo del ambiente opresivo que vivía en su casa, con una madre a la que describe como frustrada, amargada y autoritaria y con la que tenía una pésima relación. «Estaba luchando por mi vida contra mi madre». Empieza a trabajar en diversos empleos: niñera, telefonista, oficinista, estenógrafa y periodista, y se casa dos veces, primero a los diecinueve años, con Frank Charles Wisdom, con quien tuvo dos hijos y del que se separa cuatro años después para unirse a un grupo de comunistas dirigidos por el exiliado judío alemán Gottfried Lessing, con quien contrae matrimonio en 1944. Se divorcia de nuevo y, en 1949, parte hacia Londres acompañada únicamente de su tercer hijo, el que tuvo con Lessing, dejando a sus otros dos hijos al cuidado de su padre. Ya en su vejez diría al respecto: «Tuve que dejar a mis hijos, tuve que hacerlo, era cuestión de vida o muerte para mí. No hubiera podido seguir soportando aquella vida de blancos en Sudáfrica». «Quedarme en Rodesia era quedarme en el limbo».
Así que decide hacer borrón y cuenta nueva y, rondando los treinta años, llega a Londres llena de confianza y optimismo, con menos de 150 libras en el bolsillo, un par de baúles llenos de libros, un poco de ropa y el manuscrito de su primera novela, Canta la hierba, con la que consiguió abrirse camino en el mundillo literario londinense. «La esencia de este viaje era precisamente alejarme de ella (su madre), de la familia y de aquel país tan terriblemente provinciano, Rodesia del Sur, donde si por azar surgía una conversación, esta giraba, siempre, en torno a la segregación racial y la incapacidad de los negros. Ahora era libre. Por fin podía ser totalmente yo misma. Me sentía independiente y dueña de mis actos…».
Confiesa que en el amor y en la política fue desafortunada. Durante su estancia en Londres fue miembro del Partido Comunista británico hasta 1954, cuando abandonó su militancia tras un fuerte desencanto ideológico, sobre todo a raíz de conocer los crímenes de Stalin. El personaje Anna Wulf de su novela El cuaderno dorado refleja, entre otras cuestiones, su decepción ideológica. En esta etapa, su contundente denuncia del régimen racista de Sudáfrica hizo que las autoridades sudafricanas le prohibieran la entrada en este país durante cuarenta años. Su propio país, Rodesia, la declaró en 1956 «persona non grata» y no pudo regresar hasta 1982.
Escritora prolífica de más de medio centenar de libros, su obra es muy ecléctica; practicó casi todos los géneros literarios, incluida la ciencia ficción. También ha demostrado ser una notable autora de narraciones breves y cuentos. En su obra se refleja su experiencia africana, en una doble vertiente: su gran amor por África y, por otro lado, su relación con el colonialismo y la tensión racial, que vivió de cerca durante su estancia en Rodesia. La serie de cinco novelas llamada Hijos de la violencia narra la historia de Martha Quest en la sociedad colonial de Rodesia del Sur
En su narrativa también hay un registro del desencanto ideológico, la opresión, la injusticia y el sexismo.
El cuaderno dorado, publicado en 1962, considerada una obra maestra de la literatura inglesa del siglo XX, es su obra más famosa en todo el mundo. Hay quien la ha calificado como obra cumbre de la literatura feminista. Sin embargo, a Lessing le resultaba muy irritante que se hiciera esta lectura de su novela y que para algunas personas se convirtiera en una especie de «biblia política de feministas». «Es una más de tantas etiquetas que me han puesto. Ni yo soy feminista ni mi prosa es feminista. No lo digo para contrariar a nadie, y sé que a varias feministas no les caigo bien». En otra entrevista matiza: «Es un libro sobre la complejidad que suele leerse desde la simplicidad y el fanatismo activista o militante. Si me pregunta si me considero feminista, le diría que sí, pero en mi psicología no está el hábito de colocarme del lado de las víctimas, que es algo que predomina en el discurso de las mujeres modernas». En este sentido, reconoció que su pretensión no era escribir algo sobre liberación femenina. «La forma del libro en sí era mi interés central. El cuaderno se escribe a partir de fragmentos, que son los reflejos de un yo dividido que busca integrarse».
«Yo no escribo desde el compromiso político; mi literatura está comprometida con la literatura» –señaló la propia autora. Suscribía la máxima de Virginia Woolf, según la cual las escritoras serán libres cuando, sentadas a escribir, no piensen si lo hacen o no como mujeres. Por ello hay quien entiende algunos de sus libros más como una exploración del alma de la mujer que como un alegato feminista.
Resultado de una intensa búsqueda personal, tras abandonar el comunismo se acogió a la práctica y modo de vida sufí, aunque no es algo de lo que le gustara hablar. «Eso pertenece a un terreno íntimo, a mis propias vivencias, de las que no hablo. Simplemente las vivo», si bien reconoce que fue producto de una necesidad de entender al otro, y que le ha permitido ponerse en los zapatos de los demás.
De comunista a sufí, del realismo tradicional de su narrativa a su repentina incursión en la ciencia ficción, con descripciones épicas y míticas de un universo ficticio, como en la serie de novelas Canopus en Argos. Giros radicales en lo personal y en lo literario que le costaron no pocas críticas, a las que, dicho sea de paso, nunca prestó demasiada atención. Es evidente que Lessing trasciende las etiquetas. Y demostró no ser menos convencional con la recepción de algunos galardones. Cuando la reina Isabel II quiso condecorarla con la Orden del Imperio Británico, ella la rechazó diciendo: «¿Qué imperio?».
Con sesenta y cinco años hizo un experimento con la industria editorial: utilizó un seudónimo, Jane Somers, presentando dos novelas como autora novel, que fueron rechazadas por sus propios editores, y cuando logró publicarlos, las críticas fueron regulares y vendió muy poco, demostrando que el rechazo no siempre tiene que ver con la calidad y el talento de su autor. Este experimento le hizo decir a Lessing: «Nada tiene tanto éxito como el éxito».
En 2007 recibió el premio Nobel de literatura por ser «la narradora épica de la experiencia femenina que, con escepticismo, ardor y una fuerza visionaria, escruta una civilización dividida», según recogió la Academia en su veredicto. Su nombre llevaba sonando para el Nobel más de veinte años. Cuando por fin lo obtuvo, dijo al descender del taxi de regreso a su casa: «I couldn´t care less» («No me podría importar menos»).
Bibliografía
Lessing, Doris. Autobiografía: Un paseo por la sombra. Dentro de mí. Barcelona: Debolsillo, 2008.
Biografías y vidas. Doris Lessing [en línea]: <http://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lessing doris..htm>
Bracho, Edmundo. Adios a Doris Lessing [en línea]: <http://prodavinci.com/2013/11/18/artes>
Montero, Rosa. Doris Lessing, la escritora combativa [en línea]: <http://elpais.com/elpais/2013/11/18/eps/1384789527_914633.html>
Quemain, Miguel Ángel. Entrevista con Doris Lessing [en línea] http://www.excentricaonline.com/libros/escritores_more.php?id=5684_0_8_0_M