Estela Svetko de Melfi

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Estela Svetko de Melfi nació en Argentina en 1915. En 1935 comenzó su vida dedicada a la enseñanza y a la formación del carácter de sus alumnos, utilizando los métodos pedagógicos más avanzados y potenciando dentro de las aulas las artes en general y, en especial, el teatro. En Funes toma conciencia de la cantidad de niños no escolarizados por la distancia existente hasta el colegio y gesta la idea de crear una escuela rural, que se inaugurará en 1956. El Gobierno de la Provincia la denomina Escuela 1061 «José Ingenieros» de Funes.


Estela Svetko de Melfi, el sueño de una educadora

Estela Svetko de Melfi nació en la ciudad de Rosario, el 31 de mayo de 1915, en el seno de una familia de emigrantes europeos. Su padre, don Antonio Svetko, era un comerciante austríaco; su madre, doña Micaela Vega, tenía toda la bondad y el espíritu aventurero de los españoles que llegaban a Argentina en los albores del siglo XX.

Estela Svetko hizo sus estudios superiores en la prestigiosa Escuela Normal de Profesoras n.° 1, perteneciente al colegio Nuestra Señora del Huerto de su ciudad natal, que desde 1920 ofrecía a la sociedad una formación especial a las maestras normales. En 1935 egresó con la licenciatura de Magisterio, y a partir de ese momento comienza su andadura dedicando su vida a la enseñanza, siendo lo que se ha dado en llamar una maestra de alma.

Dedicó su vida a la formación del carácter de sus alumnos, ofreciendo una educación integral. Utilizó siempre los métodos pedagógicos más avanzados para desarrollar las capacidades innatas del ser humano. Potenció dentro de las aulas las artes en general, la pintura, la literatura, la música y, en especial, el teatro. Fue incansable luchadora de causas justas, del respeto y la tolerancia. En 1941 se casó con el arquitecto rosarino Miguel Vicente Melfi.

Su obra

En 1954 ejerce su profesión como maestra de ciclo primario en la escuela 125 de la ciudad de Funes (Rosario, sobre la margen oeste del río Paraná, a 300 km al norte de Buenos Aires), siendo esa la única escuela del municipio. En esa época es compañera de la Sra. Amanda Sepúlveda de Rullán, por quien se verá muy apoyada en su obra. Gracias a su espíritu fraternal y revolucionario, toma conciencia, después de hacer un censo en la zona agraria de Funes, de que allí asisten más de sesenta niños que acuden desde zonas rurales, quienes tienen que recorrer más de 20 km, en sulky o a caballo, con lluvia o a pleno rayo del sol, para poder llegar a la escuela del pueblo a estudiar. Este censo pone de manifiesto la cantidad de niños no escolarizados por la distancia existente hasta el colegio.

Así va gestando la idea de crear una escuela rural. En 1955, mientras el país se desgarra en situaciones convulsas –hay revolución en Buenos Aires–, Estela Svetko de Melfi comienza a plasmar su idea con perseverancia, sabiendo que nada ni nadie podrá disuadirla de su sueño, en beneficio de todos los niños. Tiene el valor de unir a los terratenientes de aquella zona rural, y tiene el liderazgo necesario para conseguir que un amplio grupo humano colabore y participe en la construcción de la escuela. Así comienza la gran hazaña.

En enero de 1955 se constituye la primera Comisión Vecinal Pro Escuela Suburbana, con el apoyo del presidente de la Comuna de Funes, Sr. Humberto Angelomé.

El Sr. Luis Genghini dona los terrenos; su propio marido, el arquitecto Miguel Vicente Melfi, elabora y registra los planos del edificio y supervisa la construcción, contando con el apoyo del ministro de Obras Públicas de la provincia, Sr. Emilio Pinasco. Cada uno da lo que le es posible, por el bien común. Estela Svetko de Melfi guía esta primera Comisión Vecinal, integrada por el Sr. Luis Genghini, el Sr. José Uriarte, el arquitecto Miguel Melfi, el Sr. Egidio Zumbo, Engelberto Reiter, Vanino Vanci y una serie de vocales colaboradores. Surgen infinidad de problemas, especialmente económicos y el del nulo apoyo estatal, pero nada ni nadie la disuade de seguir adelante. Con la primera Comisión Vecinal, no solo coordina la construcción del edificio de la escuela, sino que organiza todo tipo de actividades culturales y tradicionales, tales como quermeses, domas de caballos, festivales de teatro y un sinfín de eventos que son generosamente apoyados por toda la población, porque era bien sabido que serviría para poder recaudar los fondos necesarios para terminar la construcción de la escuela rural.

A principios de 1956, con el edificio prácticamente terminado, es tiempo de buscar un nombre para la escuela. Estela Svetko de Melfi, defensora siempre de las libertades individuales, propone honrar al gran estudioso, sociólogo, filósofo, masón, teósofo, escritor, médico y farmacéutico argentino José Ingenieros, autor de El hombre mediocre, o Las fuerzas morales. Dada la impronta humanística que inundaba toda la realización de la escuela, el nombre fue aprobado por unanimidad, no solo por la primera Comisión Vecinal, sino que fue muy bien visto por las personas distinguidas de Funes.

No solo llega hasta allí el altruismo y generosidad de Estela Svetko de Melfi. En ese mismo año, propone que esta nueva escuela rural sea donada al Gobierno de la Provincia de Santa Fe. Esto le lleva a realizar repetidos y largos viajes a la ciudad de Santa Fe con la Comisión Vecinal, viajes que no agotan el entusiasmo, el espíritu luchador y la valentía de Estela Svetko de Melfi, hasta que el 29 de abril de 1956 se inaugura la escuela. El Gobierno de la Provincia le da el número de Escuela 1061 «José Ingenieros» de Funes.

A la inauguración asisten las más altas autoridades provinciales, tales como el ministro de Educación y Cultura, Sr. Simonielo, y demás personalidades políticas del momento, tanto de Rosario como de Funes. Autoridades municipales, el Sr. Intendente, el Sr Angelomé, el delegado de Educación y Cultura y todos los pobladores de aquella, entonces, zona rural. A finales del siglo XX, Funes (Rosario) es declarada ciudad y cuenta con más de 100.000 habitantes.

Desde su inauguración, Estela Svetko de Melfi fue directora de la escuela n.º 1061 «José Ingenieros». En esos primeros años contó con una maestra excepcional, la Sra. Elsa Farías, quien apoyó la labor docente, con un marcado acento humanístico y altruista que desde los comienzos de la construcción había sido la impronta de la escuela. Fundaron la biblioteca escolar, la banda de música, un grupo de teatro, un teatro de títeres, la sesión de lectura La Novela de los Sábados y una cooperativa escolar, motivando a los niños en la práctica del mutualismo y la tolerancia.

En 1958 Estela Svetko de Melfi tuvo que afrontar la incomprensión e injusticia del inspector del Consejo de Educación, apoyado por el vocal Sr. Tulio Mangiaterra, que la destituían de su cargo de directora, aduciendo que su categoría era superior a la de la escuela y negándole la posibilidad de descender de categoría, como propuso Estela Svetko de Melfi para poder continuar su obra.

En el año 2006, cuando se cumplió el 50 aniversario de la fundación de la escuela 1061 «José Ingenieros», los exalumnos hicieron una importante celebración, donde se puso de relieve el valor, el amor por sus alumnos y por la defensa del derecho de todos los niños a una educación digna, que en todo momento demostró poseer con su acción Estela Svetko de Melfi.

En la actualidad, cuenta con más de 250 alumnos y está proyectado hacer una ampliación para incluir instituto de secundaria.