Jody Williams es una activista norteamericana, nacida en 1950, responsable de la fundación en 1991 de la «Campaña para la Prohibición Total de las Minas Antipersona» (ICBL), a la que se unieron posteriormente más de mil ONG de sesenta países. En 1997 recibió el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la erradicación de este tipo de armamento. Sus planteamientos han podido escucharse en los principales foros mundiales, incluidos el Parlamento Europeo, la Organización para la Unidad Africana o Naciones Unidas.
Jody Williams: el final de las minas antipersona
Jody Williams es una activista norteamericana, nacida el 9 de octubre de 1950, responsable de la fundación en 1991 de la «Campaña para la Prohibición Total de las Minas Antipersona» (ICBL) que, un año después, fue lanzada formalmente por seis organizaciones no gubernamentales. El 15 de octubre de 1997 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la erradicación de este tipo de armamento.
Licenciada en Artes por la Universidad de Vermont en 1972, realizó estudios de postgrado en Relaciones Internacionales en Washington. Durante algunos años trabajó como profesora de inglés en México y el Reino Unido, y en 1984 se trasladó a Centroamérica, donde, durante dos años, coordinó un proyecto educativo en Nicaragua y Honduras. Entre 1986 y 1992 también desarrolló y dirigió varios programas de ayuda humanitaria en El Salvador.
Una visita a la Fundación Americana de Veteranos de Vietnam en Washington representó un giro radical en su vida y en sus compromisos profesionales. Conoció de primera mano las devastadoras consecuencias del uso de las minas antipersona en los enfrentamientos bélicos y, a partir de entonces, inició una lucha sin descanso para lograr la erradicación de estos artefactos. En 1991 puso en marcha la ICBL (International Campaign to Ban Landmines), y en octubre de 1992, un pequeño grupo de ONG abrazó sus postulados. Desde entonces, Jody Williams ha supervisado la imparable movilización de más de mil ONG de sesenta países, comprometidas con la lucha para la prohibición total de las minas antipersona.
Trabajando en un esfuerzo cooperativo sin precedentes con Gobiernos, organismos de Naciones Unidas y el Comité Internacional de Cruz Roja, en septiembre de 1997, la ICBL logró uno de sus objetivos prioritarios con la firma en Oslo de un tratado internacional, suscrito por más de 120 países, para la prohibición del uso, almacenamiento, comercio y fabricación de minas antipersonales.
Convertida en el rostro visible y la voz de la campaña, Williams compagina las labores de coordinación de la ICBL con una larga trayectoria como escritora y conferenciante. Sus ponencias sobre el problema de las minas y el movimiento para su erradicación han podido escucharse en los principales foros mundiales, incluidos el Parlamento Europeo, la Organización para la Unidad Africana o Naciones Unidas. Ha sido coautora de una obra de investigación basada en el trabajo de campo realizado durante dos años en cuatro países afectados por las minas, y sus artículos se han editado, entre otros soportes, en las publicaciones de Cruz Roja Internacional y Naciones Unidas.
Al frente de la organización Nobel Women’s Initiative, de la que forma parte junto a otras ganadoras del premio Nobel –Rigoberta Menchu, Wangari Maathai, Betty Williams, Mairead Maguir y Shirin Ebadi–, trabaja para dar reconocimiento a las mujeres que luchan por cambiar el mundo en ámbitos como la justicia, la igualdad y la paz.
Ella es una destacada activista, que lucha por recuperar el verdadero significado de la paz, un concepto que va mucho más allá de la ausencia de conflictos armados y se define por la seguridad humana, y no por la seguridad nacional. Williams considera que trabajar por la paz no es tarea para los que se descorazonan fácilmente, ya que se requiere tenacidad, persistencia y un compromiso por una paz sostenible, que tenga como base el desarrollo sostenible, la justicia ambiental y la seguridad, y que satisfaga las necesidades básicas de la mayoría de las personas de nuestro planeta.
En febrero-marzo de 2007, Williams encabezó una Misión de Alto Nivel a Darfur por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En marzo de ese año, presentó al Consejo un informe contundente como resultado de la misión, y continúa participando activamente en los trabajos para detener la guerra en Darfur.
Williams continúa siendo reconocida por sus contribuciones a los derechos humanos y a la seguridad mundial. Tiene en su haber quince grados honorarios, entre otros reconocimientos. En 2004, la revista Forbes mencionó a Williams como una de las cien mujeres más poderosas del mundo en la publicación de su primera lista anual de este tipo.
Jody Williams es una escritora prolífica; sus obras son muy numerosas para enumerarlas individualmente. Sus artículos han aparecido en revistas y periódicos en todo el mundo ―incluso en The Wall Street Journal, The International Herald Tribune, The Boston Globe, The Toronto Globe & Mail, The Irish Times y The LA Times, entre otros. Ha colaborado en varios capítulos de innumerables libros, incluso en las obras de los editores Walter Cronkite y Eve Ensler. Es coautora de un libro sobre la crisis de las minas terrestres. Su libro más reciente, Banning Landmines: Disarmament, Citizen Diplomacy and Human Security (Prohibición de minas terrestres: desarme, diplomacia ciudadana y seguridad humana), editado con Steve Goose y Mary Wareham y publicado en marzo de 2008, analiza el Tratado sobre la Prohibición de Minas y su impacto sobre otros aspectos relativos a la seguridad humana. En la actualidad, ella trabaja en una obra sobre memorias relacionadas con su trabajo por la justicia social.
«Es importante mirarme en el espejo y saber que hago que el mundo sea mejor».
Bibliografía
www.mujeresquecambianelmundo.org/jody_williams.html
nobelwomensinitiative.org/2012/01/jody-williams-estados-unidos-1997
www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=williams-jody