María Isabel Torresi, buscando justicia para las mujeres esclavizadas

María Isabel Torresi nació en Argentina en 1958. Su interés por temas políticos y derechos humanos la llevó a graduarse como psicóloga y comenzar su labor en Guatemala como activista por los derechos de la mujer. Colaboró en el estudio psicosocial cuyo objetivo era determinar los daños en la integridad mental producidos por la masacre en la comunidad maya achi en 1982. Promovió acciones para que las víctimas de violencia sexual pasaran a ser actoras de cambio. Falleció en 2016, a los 57 años.

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María Isabel Torresi (Marisa) (1958-2016) nació en la localidad de Cañada de Gómez, Provincia de Santa Fe, Repúbica Argentina, en el año 1958, en el seno de una familia tradicional católica de descendientes de inmigrantes italianos dedicados a la agricultura.

Fue la menor de cuatro hermanos. Desde pequeña hacía planteamientos filosóficos. Crítica, reflexiva y a veces incomprendida, desarrolló sus estudios primarios y secundarios en un colegio de monjas católicas, donde profundizó su vocación por las áreas humanísticas.

Terminado su bachiller, ingresó en la Universidad de Rosario para estudiar Psicología. Se interesó por temas políticos y derechos humanos, en plena dictadura militar.

En el año 1980 se graduó como psicóloga y comenzó a trabajar en hospitales y centros de salud mental.

En 1984 contrajo matrimonio con quien compartió aventuras e ideales.

En 1988 nació su primer hijo, Tomás, y al año siguiente decidieron radicarse en Matagalpa (Nicaragua), donde trabajaron en el marco de la revolución sandinista, siempre vinculados a la problemática de la atención a las víctimas de la guerra. Allí nació su segundo hijo, Bruno.

Volvieron a vivir a Argentina por dos años, y partieron nuevamente, esta vez a Guatemala, donde comienza su labor como activista por los derechos de la mujer guatemalteca.

Colaboró en las labores de estudio psicosocial con el ECAP (Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial, organización que se fundó en el año 1996 y sigue su actividad hasta la fecha). El objetivo del estudio fue determinar los daños en la integridad mental producidos por la masacre en la comunidad maya achi, de Plan de Sánchez, el 18 de julio de 1982 y otros hechos posteriores. (Historia del ECAP-Documentos de Sistematización, Guatemala, 2002).

Trabajó en la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala (UNAMG).

En el periodo 2004-2005, participó en un concurso de investigación: «Género y justicia en las sociedades en conflictos y postconflicto» para los países de Colombia y Guatemala, promovido por el International Develop Research Centre (Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo). El centro recibió treinta propuestas.

María Isabel Torresi fue la primera seleccionada, con su proyecto «Estudio del caso de víctimas de violencia sexual a actoras de cambio: la lucha de las mujeres por la justicia».

Describe la pobreza y la situación de desigualdad de las mujeres en Guatemala, que desembocan en los procesos de exigencia de justicia por parte de las mujeres que han sobrevivido a la violencia sexual durante el conflicto armado de Guatemala.

En una entrevista que mantuvo con la revista catalana Caladona decía que su proyecto no tenía ningún tipo de apoyo gubernamental para afrontar esta problemática. Su principal objetivo era denunciar públicamente lo que había sucedido y contribuir a crear condiciones que permitan el acceso de las víctimas a la justicia. Para las mujeres que participan en este proyecto, es la mejor manera de luchar contra la violencia de género como expresión estructural de opresión, y es la única manera de contribuir a la creación de mecanismos legales para la sanción y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Aunque la financiación falló, es un proyecto que ella no abandonaría. Había conseguido que la población de Huehuetenango tuviera unas características de integralidad de las que, aunque fuera con pocos recursos y a largo plazo, no se iba a desvincular.

Falleció el 12 de enero de 2016, a los cincuenta y siete años, víctima de un accidente cerebro-vascular.

María Isabel Torresi (Marisa) dejo su nación argentina para conseguir una vida justa en Guatemala, dedicó muchos años de su vida trabajando a favor de la educación, la cultura y la salud del país de la eterna primavera.

Fue una mujer muy valiente. Cuando muy pocos creían que se podía condenar la violencia sexual durante el conflicto armado de Guatemala, ella surcó esos caminos, sin reservas ni penas y, al fin, en el día del aniversario de su nacimiento, el 1 de febrero de 2016, se llevó a cabo el Juicio Sepur Zarco por los delitos de violencia sexual y esclavitud doméstica en contra de mujeres mayas q’eqchí.

Sembró la semilla del valor, y hoy, otros y otras cosechan su buena siembra. Marisa brilla en lo más alto del firmamento iluminando el futuro de miles de mujeres. Seguramente vivirá por siempre en el corazón de muchas mujeres guatemaltecas por su solidaridad, labor y compromiso.

Vivió al máximo cumpliendo su misión, tanto que empeñó toda su vida en ello.