Virginia Woolf
Virginia Woolf nació en 1882 en Londres. Fue novelista, ensayista, editora y escritora de cuentos. Se educó en un ambiente culto que marcó su forma de entender la literatura y se liberó de la represiva formalidad que le imponía la sociedad victoriana. Virginia se convirtió en una de las mujeres más destacadas del feminismo.
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«Puedes cerrar todas las bibliotecas si quieres, pero no hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente» (Virginia Woolf).
Virginia Woolf, cuyo nombre de soltera era Adeline Virginia Stephen, nació en 1882 en Londres. Fue novelista, ensayista, editora y escritora de cuentos. Su padre, Leslie Stephen, era crítico literario, y su hogar era frecuentado por escritores y artistas, por lo que Virginia se educó en un ambiente culto que marcó su forma de entender la literatura. Le sirvió para su formación la gran biblioteca que había en su casa, que la liberó de la represiva formalidad que le imponía la sociedad victoriana. Virginia se convertiría en una de las mujeres más destacadas y representativas del feminismo, pues no estaba conforme con las ideas de su época. En Inglaterra, había un sistema patriarcal y ella se convirtió una figura significativa en la sociedad literaria de Londres.
Contrajo matrimonio en 1912 con Leonard Woolf, al que conoció en el Círculo de Bloomsbury y con el que compartía las mismas inquietudes culturales. Este círculo estaba formado por economistas, críticos de arte, escritores, filósofos, artistas, etc. Era un grupo variado de intelectuales británicos, al cual también pertenecían como miembros Virginia y su marido Leonard. En 1904 Virginia y sus hermanos compran una casa en el barrio londinense de Bloomsbury que se convirtió en centro de reuniones de este club. En las reuniones de este grupo se hablaba con libertad de los problemas que preocupaban a la sociedad de su tiempo.
En las obras de Virginia se refleja su reacción frente a la moral victoriana, su lucha por el individualismo, por la libertad, por la independencia en la toma de decisiones, etc.; y por supuesto, se nota la influencia del Círculo de Bloomsbury. Su narrativa es innovadora porque incorpora el lenguaje poético, giros temporales, la subjetividad, el entrar en la conciencia de los personajes, los monólogos interiores, etc.
El tema sobre la mujer es muy importante en las obras de Virginia Woolf, ya que, por medio de sus relatos, reivindica la condición femenina, una sexualidad abierta sin los estereotipos propios que establecía su sociedad y también reivindica la importancia de la mujer escritora.
Virginia y su marido fundan una imprenta y, más tarde, ponen en marcha la editorial Hogarth Press, donde se publican las obras de Virginia y de personajes como Katherine Mansfield, T. S. Eliot, Ruth Manning-Sanders, Sigmund Freud o Laurens van der Post.
En 1905 comienza a escribir profesionalmente, y entre sus escritos encontramos artículos y críticas que realizó para The Guardian y The Times.
Su primer libro lo publicó en 1908, titulado Melymbrosia, y era de teatro, pero se convertiría después en su primera novela: Fin de viaje (1915). Después vendrían Noche y día (1919) y El cuarto de Jacob (1922). Estas primeras novelas ponen de manifiesto su determinación por ampliar las perspectivas de la novela más allá del mero acto de la narración. Después escribiría La señora Dalloway (1925), en donde Virginia describe la sociedad de la posguerra, los felices años veinte, a través del monólogo interior de la señora Dalloway y los demás personajes. En esta obra se pueden advertir elementos autobiográficos.
Más tarde, en el año 1927, escribió Al faro, que fue muy elogiada por los críticos por su originalidad literaria, su técnica y la introducción de imágenes propias de la poesía en sus narraciones. Estas dos últimas obras fueron consideradas revolucionarias para su época.
Además de estos escritos, destacan sus novelas Orlando: una biografía (1928), Las olas (1931) y el ensayo titulado Una habitación propia (1929). Gracias a esta última obra fue redescubierta durante la década de 1970 al ser citada por el movimiento feminista.
En Una habitación propia expone los obstáculos que las mujeres encuentran a la hora de dedicarse a escribir y querer ser escritoras en un ambiente que es controlado por los hombres. Es una obra que no está llena de sentimientos, sino que enlaza toda una línea de argumentos expresados con sencillez, de forma ligera, divertida y con un tono familiar, en donde se oye hablar a la autora con una voz serena, de una mujer que ama la vida y es feliz. En este libro expresa las desventajas de las mujeres y dice que son económicas y sociales, siendo la mujer escritora una superviviente con grandes problemas y adversidades en un mundo de hombres llenos de prejuicios y egoísmos. La falta de libertad económica genera resentimientos en el hombre que proclama su superioridad y de la mujer que pide sus derechos. La llave de esta libertad o emancipación se encuentra en la puerta de una habitación que la mujer pueda considerar como suya propia y pueda estar en ella con la misma libertad e independencia que los hombres o sus hermanos. La novela solicita una comprensión, una cordialidad que recoja los sentimientos de ambos sexos. Para Virginia el gran artista es andrógino.
En 1931 Virginia escribió Las olas, considerada como la mejor de sus novelas por su lenguaje narrativo, en el que se equilibran el mundo racional y el mundo irracional.
En 1937 escribió Los años, y en 1941, Entre actos, siendo esta su última novela y el más lírico de sus libros, escrito en verso principalmente.
También escribió obras biográficas, como Flush en 1933, Roger Fry: una biografía en 1940 y un ensayo titulado Tres guineas en 1938, en el que realiza una censura al fascismo.
Los pensamientos de los protagonistas son el eje de las narraciones, siendo la escritora su intermediaria. Parece ser que su enfermedad tuvo mucho que ver con ese estilo narrativo tan particular, en donde Virginia tiene esa capacidad para interiorizar en la conciencia de los personajes y en la psicología femenina con una especie de monólogo interior.
Virginia empieza a padecer depresiones siendo muy joven, pero es en 1941 cuando recae en una depresión que no pudo superar. Dejó dos cartas escritas, una a su esposo y otra a su hermana Vanessa, en las que decía, con sus propias palabras: «Esta vez no voy a recuperarme. Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme». Parece ser que las voces que le atormentaban le impedían concentrarse en la escritura. Así, a los cincuenta y nueve años, Virginia Woolf se suicida tirándose al río Ouse. Su cuerpo fue incinerado por su esposo y enterrado bajo un árbol en Rodmell, Sussex.
Virginia Woolf es considerada una de las figuras más representativas y destacadas del modernismo y de la literatura del siglo XX.
Bibliografía
CABRÉ, María Ángeles: Wonder Women. 35 retratos de mujeres fascinantes. Sd edicions. Barcelona, 2016.
WOOLF, Virginia: La señora Dalloway. Akal, Clásicos de la Literatura. Madrid, 2015.
QUENTIN, Bell: Virginia Woolf. Traducción y prólogo de Marta Pessarrodona. Ed. Lumen: Memorias y Biografías (2.ª edición). Barcelona, 2003.